Reflexiones sobre el Libro del Buen Humor..., perdón, Amor

El Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita es un  texto de la Edad Media que cuando lo he leído a trozos me ha me han producido cierto extrañamiento por varios motivos: el primero, por su contexto en la Edad Media y, en segundo lugar, por su humor. Estos dos aspectos, junto a su espontaneidad y frescura del texto, me hace descubrir que este autor debía tener una fuerte personalidad. Leer este libro de una tacada puede ser un acto de flagelación mental, sobretodo si se lee en castellano antiguo.pero si lo coges y vas descubriendo aleatoriamente parte de sus textos puede darte momentos que valen la pena.

Yo que no soy muy entendido sobre la época de la Edad Media me llama la atención como un texto como este encajaba en una sociedad con un claro carácter religioso, donde el cuerpo humano y su belleza estaban más cerca del lado divino que del lado físico. Pero más extrañeza me produce cuando está escrito por un religioso. Estamos hablando de un texto donde hay una clara inclinación erótica hacia las mujeres, donde existe una exaltación del cuerpo humano fuera de toda exaltación divina. Por otra parte, no percibo ningún reproche en el texto contra la debilidad humana.. Todo esto unido con un fuerte realismo erótico, por ejemplo, las mujeres forzudas de las montañas que  las describe como feas y hombrunas. Personalmente, ahora en la actualidad me produciría gran extrañeza que un “cura” sea capaz de crear un texto como este con connotaciones de tipo erótico y, además, con ese carácter autobiográfico de un religioso. Ahora sólo se me viene a la cabeza al Padre Apeles (creo que se escribe así) que salía en televisión, y que chocaba con nuestro estereotipo de cura, y que nunca tuvo un encaje dentro de los colectivos católicos. Es como si mi percepción del mundo religioso medieval y del actual estuviese al revés: tenemos un religioso del medievo que escribe con toda naturalidad sobre el sexo y las “miserias” de su mundo, mientras que en la actualidad, y se supone que los religiosos deberían tener cmayor amplitud de miras, un cura que escribiese tal como lo hizo el Arcipreste no encajaría.

Ahora les dejo con un texto del Arcipreste que vale la pena conocerlo, es posiblemente uno de los más conocidos:

Aristóteles dijo, y es cosa verdadera,
que el hombre por dos cosas trabaja: la primera,
por el sustentamiento, y la segunda era
por conseguir unión con hembra placentera.

Si lo dijera yo, se podría tachar,
mas lo dice un filósofo, no se me ha de culpar.
De lo que dice el sabio no debemos dudar,
pues con hechos se prueba su sabio razonar.

Que dice verdad el sabio claramente se prueba;
hombres, aves y bestias, todo animal de cueva
desea, por natura, siempre compaña nueva
y mucho más el hombre que otro ser que se mueva.

Digo que más el hombre, pues otras criaturas
tan sólo en una época se juntan, por natura;
el hombre, en todo tiempo, sin seso y sin mesura,
siempre que quiere y puede hacer esa locura.

Prefiere el fuego estar guardado entre ceniza,
pues antes se consume cuanto más se le atiza;
el hombre, cuando peca, bien ve que se desliza,
mas por naturaleza, en el mal profundiza.

Yo, como soy humano y, por tal, pecador,
sentí por las mujeres, a veces, gran amor.
Que probemos las cosas no siempre es lo peor;
el bien y el mal sabed y escoged lo mejor.

Bueno, ya saben, los hombres no debemos avergonzarnos de trabajar “por conseguir unión con hembra placentera”, ya que lo dice el mismo Aristóteles.

Mañana o pasado les sigo comentando cosas sobre este libro, y les prometo que les pondré otro día unos versos que les va a sorprender por su actualidad...