- Para el optimista, el vaso está medio lleno.
- Para el pesimista, el vaso está medio vacío.
- Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande
- Para el pesimista, el vaso está medio vacío.
- Para el ingeniero, el vaso es el doble de grande
de lo que debería ser.
En El País se publicó un artículo con el título ¿Por qué tantos terroristas son ingenieros? escrito por Moisés Naím, del cual más que hacerles un resumen recojo varias partes sueltas:
El viernes mientras tomaba algo con una amiga le dije que aunque uno tenga varias carreras siempre se sentirá más identificado con su primera carrera. Ella que tiene más de una carrera no la vi muy convencida. Ahora pienso que yo estaba equivocado, pero con los ingenieros creo que sí es así. Yo he estudiado Económicas y Filología sin terminarlas, ni pienso terminarlas, sólo me interesan hacer esas asignaturas que me gustan, al resto que le den. Pero, aunque las termine nunca me sentiría ni economista o ni filólogo. Mi mentalidad será siempre de ingeniero. Y eso creo que nos pasa a casi todos los ingenieros.
A los ingenieros durante la carrera nos han formado y preparado para huir de la ambiguedad y centrarnos en solucionar problemas, y eso nos marca. Los éxamenes están más centrados en resolver problemas. Abundan las prácticas donde aparece un día profesor, nos deja solos con el planteamiento... y que cada uno se busque la vida. Además, nos someten a una presión con muchas horas de prácticas que nos dejan con poco tiempo para estudiar, que hace que acabemos con una buena capacidad de trabajo. Nos enseñan para quedarnos con lo esencial y aplicarlo sin hacer "pajas mentales" teóricas. Además, nos enseñan a ser ambiciosos, y buscar el "éxito" y, sobretodo, a ser competitivos. A veces he pensado que nuestra enseñanza se asemeja a una secta: nos repiten contínuamente lo buenos que somos, y hasta terminamos creyéndolo. Y todo esto es lo productivo en el capitalismo salvaje donde vivimos, y es que, aunque sea gratificante, no es productivo divagar en ambiguedades.
No tiene porqué, pero esa ambición a veces nos destroza como personas. Yo no me excluyo. Pienso que somos el colectivo más capaz de sacrificar lo personal por lo profesional. Hubo una temporada que yo nos llamaba a nosotros mismos mercenarios por que cambiamos a menudo de trabajo, casi siempre con la única zanahoria que el dinero. En mi caso, me llevó a trabajar hasta en diez sitios distintos, y al final terminé con bastantes noches y fines de semana de trabajo, hasta que uno termina dándose cuenta que ganar dinero está bien, pero no a costa de matarse trabajando. Y en el plano amoroso, no sé si el fracaso es mayor que en otros colectivos, pero al menos todos mis compañeros de carrera hemos roto de una manera u otra con la chica que pensábamos que era la mujer de nuestra vida... y, hay que decirlo, sin ningún trauma.
Para un ingeniero, si algo no funciona es un fracaso y, por supuesto, una fustración. Y si estamos convencidos que no hay posibilidades que nunca funcione, ya no nos sirve y hay que desterrarlo. Y esta mentalidad a veces acabamos extrapolándola a nuestras experiencias y relaciones personales. A veces aplicamos respuestas violentas a lo que pensamos que no funciona y no funcionará. Así, esos ingenieros radicales islámicos (muy pocos) del artículo se convierten en terroristas para destruir esa sociedad que no les gusta y que para ellos no "funcionará" nunca. Pero, lo normal son otras respuestas nada violentas, pero sí drásticas, como las personas de un reportaje que leí hace tiempo: personas que abandonan su trabajo de "éxito" para irse a vivir al campo. Aunque me imagino que la elección de los casos no fue científica, en ese artículo me acuerdo que había un alto porcentaje de ingenieros. También, en lo personal, como huimos del sufrimiento, tendemos a refugiarnos en el trabajo u otras cosas para desconectar u olvidarnos de esas relaciones que nos hacen daño, y eso lo hacemos muy bien. Aunque ahora estoy convencido que hay que aprender a reflexionar sobre esas relaciones rotas, y que realmente nos duelan, para, de verdad, asumirlas.
Creo que en Europa y EEUU estas características de los ingenieros están más amplificadas que en España. Cuando hice mi carrera era de seis años con mucha (demasiada) carga teórica en física y en matemáticas los tres primeros años, y con los tres últimos más aplicados. Esta enseñanza es más rica en contenido teórico que en otros países. Puede que, por eso, la experiencia de muchos ingenieros españoles cuando hemos trabajado con los de otros países ha sido de sentirnos con mayor superioridad y preparación intelectual, y, por supuesto, hasta más divertidos. Aún así, los ingenieros españoles compartimos esa mentalidad de centrarnos en lo "importante" y lo importante, simplificadamente para nosotros, es sólo que funcione y al mínimo coste.
Ahora, en España las carreras técnicas se están diseñando tal cómo se han venido impartiendo en Europa y EEUU: centradas mucho más en lo aplicado y buscando que sean más productivas. Posiblemente, será mejor para el país, pero no creo que sea mejor para esas personas llamadas ingenieros.
Afortunadamente, los ingenieros no somos un tipo único, somos tan diversos como todo el mundo: los hay gilipollas, cojonudos, poetas, golfos, pendones, hetereo, homosexuales, simpáticos, antipáticos, ordenados, desordenados, ... y, excepto alguno que otro, hasta podemos llegar a ser buenas personas ;)
"entre los islamistas radicales violentos, los ingenieros están sobrerrepresentados entre tres y cuatro veces más que otros profesionales"Los contribuyentes de este Blog somos tod@s ingenier@s de distinto signo profesional y creo que no nos sentimos representados con el estereotipo de este artículo. En cualquier caso, pienso que, en muchos sentidos, el artículo tiene razón. En general, ser ingenier@ no es sólo una ocupación profesional, también es una forma de ser, que no tiene que llegar a ser ni buena ni mala, de eso depende de cómo sea el ingeniero como persona.
"... la ingeniería atrae a individuos que prefieren respuestas claras y modelos mentales que minimizan la ambigüedad."
"... la probabilidad de ser al mismo tiempo religioso y conservador es siete veces mayor en las escuelas de ingeniería que en las de ciencias sociales."
"... hay mucha afinidad entre la estructura mental de los ingenieros y las ideas que nutren a los terroristas radicales islámicos. ... es potenciada por el hecho de que los ingenieros -inteligentes y profesionalmente ambiciosos- chocan y se radicalizan al enfrentarse con el estancamiento económico, la falta de oportunidades para los jóvenes y la represión política..."
El viernes mientras tomaba algo con una amiga le dije que aunque uno tenga varias carreras siempre se sentirá más identificado con su primera carrera. Ella que tiene más de una carrera no la vi muy convencida. Ahora pienso que yo estaba equivocado, pero con los ingenieros creo que sí es así. Yo he estudiado Económicas y Filología sin terminarlas, ni pienso terminarlas, sólo me interesan hacer esas asignaturas que me gustan, al resto que le den. Pero, aunque las termine nunca me sentiría ni economista o ni filólogo. Mi mentalidad será siempre de ingeniero. Y eso creo que nos pasa a casi todos los ingenieros.
A los ingenieros durante la carrera nos han formado y preparado para huir de la ambiguedad y centrarnos en solucionar problemas, y eso nos marca. Los éxamenes están más centrados en resolver problemas. Abundan las prácticas donde aparece un día profesor, nos deja solos con el planteamiento... y que cada uno se busque la vida. Además, nos someten a una presión con muchas horas de prácticas que nos dejan con poco tiempo para estudiar, que hace que acabemos con una buena capacidad de trabajo. Nos enseñan para quedarnos con lo esencial y aplicarlo sin hacer "pajas mentales" teóricas. Además, nos enseñan a ser ambiciosos, y buscar el "éxito" y, sobretodo, a ser competitivos. A veces he pensado que nuestra enseñanza se asemeja a una secta: nos repiten contínuamente lo buenos que somos, y hasta terminamos creyéndolo. Y todo esto es lo productivo en el capitalismo salvaje donde vivimos, y es que, aunque sea gratificante, no es productivo divagar en ambiguedades.
No tiene porqué, pero esa ambición a veces nos destroza como personas. Yo no me excluyo. Pienso que somos el colectivo más capaz de sacrificar lo personal por lo profesional. Hubo una temporada que yo nos llamaba a nosotros mismos mercenarios por que cambiamos a menudo de trabajo, casi siempre con la única zanahoria que el dinero. En mi caso, me llevó a trabajar hasta en diez sitios distintos, y al final terminé con bastantes noches y fines de semana de trabajo, hasta que uno termina dándose cuenta que ganar dinero está bien, pero no a costa de matarse trabajando. Y en el plano amoroso, no sé si el fracaso es mayor que en otros colectivos, pero al menos todos mis compañeros de carrera hemos roto de una manera u otra con la chica que pensábamos que era la mujer de nuestra vida... y, hay que decirlo, sin ningún trauma.
Para un ingeniero, si algo no funciona es un fracaso y, por supuesto, una fustración. Y si estamos convencidos que no hay posibilidades que nunca funcione, ya no nos sirve y hay que desterrarlo. Y esta mentalidad a veces acabamos extrapolándola a nuestras experiencias y relaciones personales. A veces aplicamos respuestas violentas a lo que pensamos que no funciona y no funcionará. Así, esos ingenieros radicales islámicos (muy pocos) del artículo se convierten en terroristas para destruir esa sociedad que no les gusta y que para ellos no "funcionará" nunca. Pero, lo normal son otras respuestas nada violentas, pero sí drásticas, como las personas de un reportaje que leí hace tiempo: personas que abandonan su trabajo de "éxito" para irse a vivir al campo. Aunque me imagino que la elección de los casos no fue científica, en ese artículo me acuerdo que había un alto porcentaje de ingenieros. También, en lo personal, como huimos del sufrimiento, tendemos a refugiarnos en el trabajo u otras cosas para desconectar u olvidarnos de esas relaciones que nos hacen daño, y eso lo hacemos muy bien. Aunque ahora estoy convencido que hay que aprender a reflexionar sobre esas relaciones rotas, y que realmente nos duelan, para, de verdad, asumirlas.
Creo que en Europa y EEUU estas características de los ingenieros están más amplificadas que en España. Cuando hice mi carrera era de seis años con mucha (demasiada) carga teórica en física y en matemáticas los tres primeros años, y con los tres últimos más aplicados. Esta enseñanza es más rica en contenido teórico que en otros países. Puede que, por eso, la experiencia de muchos ingenieros españoles cuando hemos trabajado con los de otros países ha sido de sentirnos con mayor superioridad y preparación intelectual, y, por supuesto, hasta más divertidos. Aún así, los ingenieros españoles compartimos esa mentalidad de centrarnos en lo "importante" y lo importante, simplificadamente para nosotros, es sólo que funcione y al mínimo coste.
Ahora, en España las carreras técnicas se están diseñando tal cómo se han venido impartiendo en Europa y EEUU: centradas mucho más en lo aplicado y buscando que sean más productivas. Posiblemente, será mejor para el país, pero no creo que sea mejor para esas personas llamadas ingenieros.
Afortunadamente, los ingenieros no somos un tipo único, somos tan diversos como todo el mundo: los hay gilipollas, cojonudos, poetas, golfos, pendones, hetereo, homosexuales, simpáticos, antipáticos, ordenados, desordenados, ... y, excepto alguno que otro, hasta podemos llegar a ser buenas personas ;)
PD: Para terminar algunos postulados de ingenieros:
1. Un Ingeniero no es prepotente.
(Es que está rodeado de pendejos)
2. Un Ingeniero no quiere tener la razón siempre.
(La tiene, lo que pasa es que los otros siempre se apendejan)
3. Un Ingeniero no carece de sentimientos.
(Los otros son Emos)
4. Un Ingeniero no tiene vida desorganizada.
(Solo tiene un ritmo de vida particular)
5. Un Ingeniero no ve el mundo, lo cambia.
6. Un Ingeniero no es un ser calculador y frío.
(Simplemente, le parece divertido pasar por encima de los pendejos)
7. Un Ingeniero no es un crítico.
(Los errores y las pendejadas de la gente son muy evidentes)
8. Un Ingeniero no es un inútil para hacer tareas cotidianas.
(¿para que demonios gastan sus valiosas energías en pendejadas?)
9. No es que el trabajo los absorba.
(¿De que carajos estaba hablando?… ya me apendeje)
10. Un Ingeniero no comete errores.
(Prueba si los demás estaban prestando atención)

Gran post, si señor. Inicialmente me producían rechazo las presunciones que hacía el artículo de El País pero he de admitir que has sembrado la semilla de la duda en mi persona al diseccionar de esta manera al ingeniero común.
ResponderEliminarSolo tengo que aportar una cosa. No puedo estar más en desacuerdo con la siguiente secuencia de pensamientos que muestras en el resumen del artículo. Primero afirman que: "... la ingeniería atrae a individuos que prefieren respuestas claras y modelos mentales que minimizan la ambigüedad." Y en el siguiente apartado dicen:"... la probabilidad de ser al mismo tiempo religioso y conservador es siete veces mayor en las escuelas de ingeniería que en las de ciencias sociales." ¿Soy yo solo el que ve ilógico la relación entre ser religioso y preferir los modelos mentales que minimizan la ambigüedad? Esta relación de ideas me parece una perogrullada de las gordas.
yo creo k lo de las respuestas claras keda reflejado cada vez k nos juntamos ingenieros a jugar a juegos de mesa. Le damos la vuelta a todo 20 veces, leemos 30 veces las instrucciones por los debates k generamos y tardamos horas en acabar la partida :D :D :D
ResponderEliminarEste blog tiene sustancia, no como "otras" mierdas... (y sobre todo comentarios, que es lo que alimenta los debates).
ResponderEliminarYo, ignorante y no ingeniero -ni muy universitario- pregunto: ¿escribir tiene algo de ingeniería? Tengo claro que de artesanía sí... pero sobre lo que pregunto ni puta idea. Gracias de antemano... y tal.
En mi opinión lo que lleva a la mayoría de ingenieros a haber estudiado una ingeniería (o trabajar en el ámbito, que no hace falta carrera) es la coherencia con la manera de pensar que ya teníamos: la preferencia de lo práctico, el pensamiento analítico, la curiosidad, no aceptar las cosas porque sí. Luego, al rodearnos de más ingenieros, estos rasgos se acentúan.
ResponderEliminarYo se que no les va a gustar mucho pero mi opinión es que tanto el artículo del País como el post están llenos de topicazos. Obviamente lo de ser "ingeniero" es algo que tiene mucho caché, supongo que porque las ingenierías de siempre (industriales, caminos, minas, etc.) se lo ha currado para ganar y mantener cierto prestigio.
ResponderEliminarSin embargo no debemos olvidar que, al margen del prestigio social, "ingeniero" no es más que una etiqueta que designa a ciertas titulaciones superiores (en el mismo nivel que las de otras etiquetas como licenciado o arquitecto,) y que realmente no está muy claro el criterio por el que una carrera es o no es una ingeniería.
Por ejemplo, antes no existían ingenieros informáticos sino licenciados en informática ¿son los licenciados de antes menos ingenieros que los de ahora? ¿el cambió obedeció a un criterio claro de lo que es una ingeniería? ¿o simplemente fue el deseo de un colectivo de obtener la prestigiosa etiqueta de ingeniero? Los antiguos arquitectos técnicos ahora son ingenieros de la edificación ¿qué es lo que ha cambiado? ¿nuevamente se ha aplicado un criterio real? Lo cierto es que yo he llegado a oír hablar incluso de la creación de títulos como ingeniería geológica.
La wikipedia dice "La ingeniería es el conjunto de conocimientos y técnicas científicas aplicadas, que se dedica a la resolución u optimización de los problemas que afectan directamente a la humanidad." ¿Eso significa que cualquier titulación aplicada es un ingeniería? ¿No son entonces la física, química o matemáticas aplicadas una ingeniería? ¿A caso los físicos aplicados no pueden tener la misma "la preferencia de lo práctico", "pensamiento analítico", "curiosidad", "el no aceptar las cosas porque sí"? Yo espero que sí porque muchas de esas cualidades no deberían ser propias de los ingenieros sino de cualquiera que se dedique a la ciencia. Ciertamente se podría argumentar que si pero que entre los ingenieros se ven más estas cualidades. Sin embargo, se de algunas titulaciones donde no prima nada de esto sino más bien el "todo por la pasta".
Por último me gustaría incidir en el caso de la informática. Como todos sabemos no existe en ingeniero en informática en EEUU. Realmente lo que aquí se conoce de esa manera allí son 5 titulaciones: Computer Science, Software Engineering, Computer Engineering, Information Systems e Information Technology (según la ACM). Como se puede ver sólo hay 2 ingenierías. ¿Son nuestro ingenieros informáticos 2/5 de un ingeniero nornmal? Lo pregunto porque el resto de las disciplinas no son ingenierías. Según la ACM si no diseñas ordenadores o software no eres ingeniero. Sin embargo a mi se me hace difícil pensar que un experto en Computer Science o en Information Systems no tenga que tener las cualidades que aquí se han comentado como propias de un ingeniero.
En definitiva, en mi opinión, la palabra ingeniero está muy bien. Es una bonita etiqueta que da prestigio a un título pero ir de ahí a inferir cosas sobre las personas que estudian o han estudiado una ingeniería, va un trecho.
Saludos a todos xDxD
Contestando a aplatanado:
ResponderEliminarEstá claro que no es a partir de la palabra "Ingeniero" de lo que se infieren ciertas características de los mismos. Como dices, es una mera etiqueta, y si el nombre del título académico fuera otro, pues sería el usado en el post. Quizás hubiera sido más correcto hablar de "profesionales técnicos" :D
Lo que sí creo es que, queramos o no que se nos atribuyan topicazos, los "profesionales técnicos" (incluyamos aquí a los físicos, químicos y matemáticos aplicados) presentan una serie de características concretas con mayor frecuencia, y en mayor o menor medida dentro de cada individuo, que otros profesionales. Seguramente estas características ya las tenían antes de dedicarse a la ingeniería (o ciencias), pero el permanecer tantos años con gente similar fomenta que se acentúen. Ojo, sin generalizar al total de ingenieros. Resumiendo, que no hay relación causa efecto pero sí cierta correlación.
Respecto a tu opinión del artículo original y del cambio de nombre de la Ingeniería Informática, estoy totalmente de acuerdo.
Saludos
Me encanta escuchar las contestaciones a mis dudas...jajajaj... ¡Oigan, que si hay aquí un marco común o eso, si este espacio esta cercado para los creadores, yo me callo! Yo no quiero problemas con la censura y eso... jajaj.
ResponderEliminarA mí me gustaría añadir una curiosidad. El número de personas zurdas en ingenerías (al menos la informática) es superior, en mi opinión, que el existente en otras carreras. Por algo será.
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