La excitación es el fundamento del erotismo,
su enigma más profundo, su palabra clave.
Milan Kundera
Creo que me estrené con la literatura erótica con El amante de Lady Chatterley, novela escrita por David Herbert Lawrence y publicada en el año 1928. Fue durante mi primer año en Madrid. En aquella época devoraba libros de todo tipo, me pasaba leyendo una hora en la guagua para ir a la universidad y otra hora para volver, más el tiempo extra que dedicaba en la habitación a leer, esto hacía que leyese cerca de tres horas de media al día. No me acuerdo para nada de cuándo y cómo elegí esta obra. Normalmente casi todas las semanas me compraba algún libro de segunda mano, así que posiblemente fue una de esas veces que elegía un libro más por el precio que por tenerlo en mente.
De lo que sí me acuerdo es que esta clase de literatura decidí no leerla en la guagua: no era muy aconsejable estar sentado en la guagua durante una hora con una erección permanente. Tampoco era una buena idea leerla solo en la habitación, y menos aún si estas acompañado con tu pareja, ya que se pueden imaginar que se hace muy difícil leer de corrido este tipo de historias... Así que, para leer estos libros de corrido, los solía leer en espacios abiertos, por supuesto, señalando las mejores escenas para leerlas en otros momentos.
A partir del libro de Lawrence empecé a hacerme de vez en cuando con lo que se consideraba buena literatura erótica, lo pornográfico no me interesaba, claro! sin hacerle ascos. Hay libros muy buenos tanto en lo erótico como en el contenido y en el estilo. No hace falta detallar sus temas y contenido, que ya saben que son de lo más variado, no sólo en la descripción de distintas posturas (posibles e imposibles), sino de toda clase de actos sexuales. Pero una buena literatura erótica tiene una buena historia y un mensaje, donde el sexo es sólo una parte más, aunque clave en las descripciones y escenas del libro. Pero, lo que más caracteriza a la literatura erótica es que nos llena de fantasías, nos estimula, o mejor dicho, nos calienta. Y eso es más bueno que malo.
Y, no sé si por que fue el primer libro con el que me inicié en este género, pero entre todos me quedo con El amante de Lady Chatterley. Comparado con otros del mismo género, no es de los más eróticos. No voy a contar el tema del libro ya que en la Web se puede encontrar bastantes referencias con sólo preguntar a Google, pero sí que se trata de una historia intensa donde está reflejada tanto la casi ausencia del deseo sexual por parte del marido, como la completa entrega al deseo por parte de la esposa y el guardabosques.
Para terminar, les dejo con uno de los extractos más conocido de este libro, que aunque suene algo soez, refleja la intensidad e intimidad con la que una relación sexual crece con el tiempo:
De lo que sí me acuerdo es que esta clase de literatura decidí no leerla en la guagua: no era muy aconsejable estar sentado en la guagua durante una hora con una erección permanente. Tampoco era una buena idea leerla solo en la habitación, y menos aún si estas acompañado con tu pareja, ya que se pueden imaginar que se hace muy difícil leer de corrido este tipo de historias... Así que, para leer estos libros de corrido, los solía leer en espacios abiertos, por supuesto, señalando las mejores escenas para leerlas en otros momentos.
A partir del libro de Lawrence empecé a hacerme de vez en cuando con lo que se consideraba buena literatura erótica, lo pornográfico no me interesaba, claro! sin hacerle ascos. Hay libros muy buenos tanto en lo erótico como en el contenido y en el estilo. No hace falta detallar sus temas y contenido, que ya saben que son de lo más variado, no sólo en la descripción de distintas posturas (posibles e imposibles), sino de toda clase de actos sexuales. Pero una buena literatura erótica tiene una buena historia y un mensaje, donde el sexo es sólo una parte más, aunque clave en las descripciones y escenas del libro. Pero, lo que más caracteriza a la literatura erótica es que nos llena de fantasías, nos estimula, o mejor dicho, nos calienta. Y eso es más bueno que malo.
Y, no sé si por que fue el primer libro con el que me inicié en este género, pero entre todos me quedo con El amante de Lady Chatterley. Comparado con otros del mismo género, no es de los más eróticos. No voy a contar el tema del libro ya que en la Web se puede encontrar bastantes referencias con sólo preguntar a Google, pero sí que se trata de una historia intensa donde está reflejada tanto la casi ausencia del deseo sexual por parte del marido, como la completa entrega al deseo por parte de la esposa y el guardabosques.
Para terminar, les dejo con uno de los extractos más conocido de este libro, que aunque suene algo soez, refleja la intensidad e intimidad con la que una relación sexual crece con el tiempo:
—¡Qué culo tan rico tienes! —dijo en su dialecto gutural y acariciante—. Tienes un culo más hermoso que nadie. ¡Es el más hermoso, el más hermoso culo de mujer que existe! Y cada pedacito de él es mujer… Tienes un culo de verdad, suave y redondo, como le gusta a un hombre con pelotas. ¡Es un culo que podría servir de apoyo al mundo! /…/ Y las puntas de sus dedos tocaron las dos aperturas secretas de su cuerpo una y otra vez con una suave caricia de fuego. —Y si cagas y meas, no me importa. No me gusta una mujer que ni cague ni mee.

Lo que comentas de que decidiste "no leerla en la guagua", no me hubiera venido mal que alguien me hubiera dicho lo mismo antes de empezar a leer en un avión "Escupiré sobre vuestra tumba" de Boris Vian. jjajajajajajajaja jaajaja
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