No hace mucho leí el libro De que hablo cuando hablo de correr de Haruki Murakami. Fueron varios los motivos por los que decidí comprar este libro. El primero, es que costaba menos de 20 euros, el límite que me autoimpuse para ese mes. El segundo, por el autor, del que ya me he leído varios libros (Tokios Blues, Kafka en la Orilla y After Dark), lo tengo como uno de los escritores de referencia, y sigo todo lo que publica. Me encanta las historias que cuenta. Y el tercer motivo, el tema del libro. Y de esto es lo que voy hablar.
No es una novela, es un autobiografía centrada en la afición a correr del propio autor. Murakami corre en maratones y, también, ha participado en triatlones. Como no soy muy dado a leer sobre las vidas de otras personas, era una faceta que no conocía de este autor. El título me hizo pensar que iba a ser casi un tratado de sus pensamientos cuando corre. Esto fue lo que me llamó la atención por que yo cuando corro pienso poco, o mejor, es algo parecido a como cuando sueñas que cuando te despiertas sabes que has soñado pero la mayor parte de las veces no te acuerdas de lo que has soñado. Pues, eso mismo me pasa a mí. Y por lo que he leído en el libro, a Murakami también le pasa lo mismo. Al final, el libro trata más del por qué corre.
El tema me interesó, no soy un obsesionado por hacer deporte, pero sí corro por temporadas, aunque me defino más con que hago deporte regularmente sin centrarme en una actividad en concreto. Este libro me ha dado algunas claves del por qué me siento bien haciendo deporte. Cuando corro hago como mucho 30 minutos, no es que me canse ya que podría correr mucho más, todavía no sé dónde está mi límite por que nunca he llegado a él, me aburro antes. No soy muy rápido, pero en lo que es fondo tengo bastante, no sé si es innato por que nunca me he preparado para eso. Pero el autor corre además para participar en competiciones y a la vez encontrar sus límites, y por lo que se desprende del libro no lo hace mal.
No es una novela, es un autobiografía centrada en la afición a correr del propio autor. Murakami corre en maratones y, también, ha participado en triatlones. Como no soy muy dado a leer sobre las vidas de otras personas, era una faceta que no conocía de este autor. El título me hizo pensar que iba a ser casi un tratado de sus pensamientos cuando corre. Esto fue lo que me llamó la atención por que yo cuando corro pienso poco, o mejor, es algo parecido a como cuando sueñas que cuando te despiertas sabes que has soñado pero la mayor parte de las veces no te acuerdas de lo que has soñado. Pues, eso mismo me pasa a mí. Y por lo que he leído en el libro, a Murakami también le pasa lo mismo. Al final, el libro trata más del por qué corre.
El tema me interesó, no soy un obsesionado por hacer deporte, pero sí corro por temporadas, aunque me defino más con que hago deporte regularmente sin centrarme en una actividad en concreto. Este libro me ha dado algunas claves del por qué me siento bien haciendo deporte. Cuando corro hago como mucho 30 minutos, no es que me canse ya que podría correr mucho más, todavía no sé dónde está mi límite por que nunca he llegado a él, me aburro antes. No soy muy rápido, pero en lo que es fondo tengo bastante, no sé si es innato por que nunca me he preparado para eso. Pero el autor corre además para participar en competiciones y a la vez encontrar sus límites, y por lo que se desprende del libro no lo hace mal.
Desde mi visión nunca he comprendido el afán de mucha gente en correr en maratones y, en general, en competir. El verano pasado tuve una relación con una amiga que también corre en maratones, de la que no voy a hablar mal por que está escuchando ;). Me estuvo intentando convencer que corriese en algún maratón aunque sólo fuese de prueba. También, me estuvo intentando convencer que dejase de fumar. Su razonamiento era muy sencillo, si te dedicas a esto tu cuerpo te pedirá que dejes de fumar. Como si el fumar fuese una lacra que debía eliminar. Mi respuesta fue muy simple, como yo, si dejo de fumar en lugar de tardar una hora en llegar tardaré 55 minutos, no vale la pena: no voy a dejarlo, me aporta más fumar que 5 min de mi tiempo. Igual un día cuento que es lo que me aporta fumar. Pero a lo que iba...
El libro me gustó, además, veía reflejada a mi amiga, de hecho le recomendé el libro. Tanto para Murakami como para ella el correr o el hacer deporte era más un reto y una forma de superarse que un medio de estar en forma. Por eso les motiva participar en competiciones. Pero, además, por que se sienten bien cuando corren y, también, cuando dejan de correr. Cuando corren se olvidan de sí mismos, no reflexionan, se olvidan de pensar. Su preocupación es sólo llegar, entonces el tiempo corre sin sentirlo y las amarguras se aparcan. Luego, cuando terminan se sienten eufóricos. Entonces, todo se ve mejor. Y a mí también me pasa lo mismo, por eso, me siento bien cuando hago deporte, posiblemente la diferencia con ellos es que no busco ningún reto ni superarme ni buscar mi límite, pero esto está en el carácter de cada persona.
La conclusión o mensaje que saco de este libro es que mientras hacemos deporte nos ayuda a limpiar nuestra mente, y con la euforia que nos produce, luego vemos las cosas mejor. A mí me sucede lo mismo, aunque también es verdad que me desconecto con otras actividades, principalmente con la lectura hasta el punto que a veces pienso que lo mio es patológico. La diferencia es que esa euforia que nos produce el deporte no la encuentro en la lectura. Así, aunque sólo sea por olvidarse de todo durante unos minutos al día, vale la pena hacer deporte.
Luego, de regalo, haciendo deporte podremos comer casi todo lo que queramos, no tendremos una panza que nos moleste cuando nos abrochemos los zapatos y, también, lo haremos mejor...

Tana se compró este libro y estuvo corriendo un mes desde que lo empezó a leer xD
ResponderEliminarAl habla el intruso de la vasquita:
ResponderEliminarHe hecho deporte toda mi vida a nivel competitivo: basket, para ser concreto. Me gustaba competir mucho... ahora ya menos, me aburre algo, la verdad. Así que creo que conozco los dos lados de la baraja. Ahora hago deporte como evasión, ya no como reto. Por otra parte, me he enganchado a leer... y a escribir algo menos. En fin, que parece ser que cuerpo y mente no están desligados, sino todo lo contrario. Ya lo decían los griegos: mens sana...
Efectivamente como dice Yure me compré el libro y estuve corriendo mientras duró la lectura y disfruté de correr mientras lo hacía. Todavía lo haría, pero la pereza y el cierre de cierta parte de la avenida marítima se han impuesto.
ResponderEliminar